Estoy sentado en el avión de vuelta a Madrid, en la parte trasera, asiento 30F. Allá al fondo, al principio de la aeronave, veo el carrito con el cátering que se arrastra por el pasillo desde hace, no exagero, una hora.
Estoy sentado en mi piso en Madrid, diciéndole a Clara (32, 5 kilometers away) que “jajaja, sí, esquivaste una buena bala yéndote al otro sitio” y a Iryna (91% Match) que estuve sopesando visitar Lund o Malmö, pero que al final decidí continuar explorando la ciudad.
Estoy sentado en el vagón silencioso del tren leyendo sobre el Cult of the Dead Cow.
Estoy sentado en una salita de techo bajo del CCCB, escuchando a Olia contarnos en qué consistirá nuestra misión en las próximas seis horas 1.
Estoy sentado en un restaurante en Pintor Fortuny hablando con M sobre la web y mil cosas más que ahora no recuerdo.
Estoy sentado en el patio interior de una cafetería rodeado de mis mejores amigos haciendo bromas y hablando sobre portadas de libros, qué cosas son noruegas y qué cosas no son noruegas, el nuevo trabajo de L, las manifestaciones de esta mañana, el puto helicóptero que parece perseguirnos allá donde vamos, los tanukis.
Estoy sentado en el asiento 30F, mirando por la ventanilla, aterrado porque desde hace varios minutos atravesamos una zona de turbulencias y el avión se zarandea con muchísima fuerza. Hace un día precioso y me siento muy solo y pienso que el avión se va a estrellar.
Estoy sentado en la cama del Airbnb que M y yo hemos alquilado para asistir a The Influencers, consultando el registro del ayuntamiento para confirmar que, efectivamente, el piso es ilegal y que nos acaban de timar cobrándonos una tasa turística inventada.
Estoy sentado en una cafetería del Raval, comiendo un helado, charlando con MS sobre proyectos artísticos y fantaseando con dedicarme al arte, como él, y no al diseño o lo que sea que hago ahora.
Estoy sentado en el tren de vuelta a Madrid dibujando en el ordenador, escuchando The Number One Song In Heaven, pensando, como hago últimamente, en dónde estaré y quién seré cuando vuelva a recordar este instante.
1 La misión consistirá en seguir la pista de un gif específico, una paloma, en una inmensa lista de páginas personales de los años noventa y responder varias preguntas al respecto.