Esta mañana, aprovechando nuestros respectivos impasses laborales, Erica y yo hemos salido a dar una vuelta por el barrio y a hacer fotos a un parque cercano de fotogenia y encanto superiores que llevaba un tiempo queriendo visitar.
Adiós, Barcelona y saludos desde mi nueva ubicación permanente: la localidad costera, maresmera, y de ínfulas tropicales que es Mataró.