Primero me compré una Ricoh GR1s en ebay, entusiasmado a partes iguales por su diseño compacto, la calidad de su diminuto objetivo, y la idea de disparar con, abro comillas, la misma cámara, cierro comillas, en su versión de carrete y digital (siendo esta última la intrépida Ricoh GR IIIx que me acompaña a todas partes). Pero como toda point and shoot antigua que se precie, su electrónica era una bomba de relojería lista para estallar en cualquier momento. En mi caso lo hizo muchísimo antes de lo que pensaba: en la foto diecisiete del carrete de pruebas que le puse nada más recibirla. La devolví con mucho pesar.

Después de algunos días donde juré que no volvería a caer en el mismo error, volví a caer exactamente en el mismo error por culpa de este vídeo de Cal Holland y me lancé a por una ultrasilenciosa y ultrabonita Konica Hexar AF que apareció mágicamente en Kamerastore a un precio correcto y en un estado excelente.

O quizá no tanto, pues tampoco tuve suerte esta vez. El botón del obturador hacía un poco lo que quería y lo que quería, en general, era no hacer las fotos. Así que esta cámara se volvió a su casa en Finlandia y yo he seguido disparando analógicamente con la pequeña y, por ahora, imbatible Olympus XA-2.

Aquí van algunas fotos que hice con esta triada analógica en las calles de Berlín: la GR1s, la Hexar AF, y la XA-2 (a la cual le envío un beso desde aquí). La película que utilicé en los tres casos fue Kodak UltraMax 400 (disparada a ISO 200) y los carretes fueron revelados y escaneados diligentemente por Safelight y por Film Speed Lab.

Ricoh GR1s

Salvo por el hecho de que me dejó tirado y arruinó las que sin duda iban a convertirse en las mejores fotos que he disparado en la vida, me gustó mucho el manejo de esta cámara y lo bien que expuso y enfocó.

Konica Hexar AF

A pesar de que esta cámara se las prometía cómoda de usar y era, como ya mencioné, más tranquila y silenciosa que yo, no me entusiasmó mucho su manejo: el botón de disparo, que requería una presión intermedia para enfocar y una completa para disparar, me hizo perder alguna foto por no esperar lo suficiente mientras la cámara enfocaba.

Olympus XA-2

La Olympus, a diferencia de las otras dos cámaras, es relativamente barata y altamente plasticosa, y a pesar de que su botón de disparo no ofrece ninguna satisfacción y solo dispone de tres distancias de enfoque, la cámara es inconspicua, bonita, y da muchísimo más de lo que promete.