50 días sin pasar por aquí, ni siquiera para poner en hora los relojes (ahora mismo son las 18:00:00).
Regresé de Berlín con un trabajo bajo el brazo (esto quizá ya lo sabías, pero
en octubre abandoné la factoría de blogs y sueños en la que trabajaba, por
razones que puedes leer en la prensa
local),
y sin apenas energía para alimentar a mi yo digital. El incierto proceso de búsqueda de
empleo, y el sentirme sobrepasado por la fenomenal acogida de los
proyectos que publiqué en los últimos meses, me
agotaron. Pero ya estoy de vuelta, con muchas ganas de retomar este blog.
Ah, y aunque a partir de ahora dispondré de menos tiempo libre, sigo ofreciendo
office hours, aunque en un horario algo más restringido.
Esta fue una de las cosas que más disfruté durante mis meses de
descanso y relajación, y me encantaría seguir conectando (o reconectando) con
personas creativas del otro lado de la pantalla.