SEMANA 7 / 2020

Llega un grito a través del cielo, ya ha ocurrido otras veces, etcétera, etcétera. Las cosas están tan mal respecto a finales del año pasado que no me queda más remedio que adelantar unos segundos mi Reloj del Apocalipsis.

Lunes — Se cumplen dos semanas desde que hiciera una bonita bomba de humo en el canal de WhatsApp de la factoría de sueños donde trabajo. ¿Menciones a este valeroso acto de evasión de mis compañeros o jefes? Cero. De haberlo sabido me habría largado hace meses 1.

Tras ocho miserables horas me voy a reparar mi ordenador por primera vez en este año 2. Gracias a mi concepción analretentiva del tiempo llego 30 minutos antes de la hora de la cita, así que me pongo a observar a la gente y a planear múltiples formas de robar un furgón blindado que está aparcado junto a la salida del metro en Sol.

Mira, creo sinceramente que he visto suficientes películas de atracos y robos para saber cómo dar un golpe y salir airoso 3.

Por la noche me escribe J para preguntarme si sigue en pie lo de quedar para ver Parasite. Le respondo que sí y organizamos una sesión de cine en mi piso para el día siguiente. Al concierto de Él Mató no iremos porque las entradas están agotadas.

Martes — Trabajo mitad en el estudio, mitad en casa. A mediodía descubro que Processing Madrid organiza un evento el mismo día que «Poetry Slash» (mierda). Por la noche veo Parasite con J.


Poetry Slash

Aprovecho que tengo toda tu atención para comentarte que este año (por tercera vez consecutiva) volveré a organizar «Poetry Slash», un joven y alocado recital de literatura computacional que va de hacer el tonto literatura 1 con ordenadores, con la sanísima y alegre intención de explorar formas nuevas y no convencionales de creación literaria.</p>

Se celebrará a finales de abril en Madrid, dentro de y durante el festival Libros Mutantes, y si te apetece participar con una pieza o quieres más información puedes escribirme a mi dirección de correo.

1 Poesía, relatos cortos, novelas, manifiestos, haikus, canciones, biografías…


Miércoles — Me despierto con un intento de dolor de cabeza que se esfuma en cuanto bebo agua (recordadlo: bebed agua). La contraprogramación de Processing me pone un poco nervioso, pero decido que lo mejor es ponerme las pilas y comenzar a organizarlo todo.

Repito la jugada del martes trabajando medio día en el estudio y medio día en casa. A eso de las cuatro cambio de ubicación y me voy a ACID para tomar un café mientras tecleo y muevo rectángulos por la pantalla de mi portátil.

Cuando termino de trabajar me acerco a Medialab. Me he apuntado para asistir a la masterclass de un artista al que pienso que podría invitar a participar en el recital, pero después de una hora de charla cambio de opinión: la pieza que me interesa es muy floja 4.

Jueves — Por la mañana, antes de entrar a trabajar, abro Blender, que últimamente se ha convertido en mi lugar feliz y trasteo con el programa durante un buen rato.

Después de salir del trabajo me voy a Matadero a ver qué se cuenta Peter Lord, el cofundador de Aardman, que resulta ser una persona encantadora y muy divertida. Durante toda su charla manipula un pedazo de plastilina que termina convirtiendo en uno de sus personajes.

Viernes - Por la mañana Q me escribe para avisarme de que Superhi busca ilustradores, así que les envío mi portfolio y cruzo los dedos. Me responden rápidamente con piropos y la promesa de escribirme si mi estilo les encaja en el futuro.

Por la tarde realizo la tradicional visita quincenal a mi psicóloga. Le hablo sobre mis problemas laborales de las dos últimas semanas. Cuando termino de desahogarme le tiendo un par de billetes por las molestias y me marcho a casa.

Sábado — Desayuno en Misión con Topeka. Cuando estoy dando mi tercer sorbo de café hace acto de presencia esa famosa artista conocida por no pintar caras en sus retratos y escucho con envidia varios detalles maravillosos de su día a día. Decido marcharme sin pedir un segundo café para evitar ponerme más triste.

El resto del día lo paso haciendo pruebas e investigando para posibles piezas del Poetry Slash.

Por la noche, después de la tensa (pero satisfactoria) experiencia viendo Uncut Gems (2019, ★★★★) me veo Good Time (2017, también ★★★★).

Domingo — Desayuno con M en ACID. Hablamos de nuestras miserias laborales y de futuros planes poéticos, lo que me desestresa un poco.

Veo General Magic (2018, ★★). Me parece un aburrimiento y un desastre de documental donde la edición de sonido es tan mala que la música no deja escuchar las entrevistas.


1 El significado de esta falta de reacción se deja como ejercicio para el lector.

2 Como quizá recuerdes, la R y la F no funcionan y no puedo seguir copiando y pegándolas cuando salgo con el ordenador a una cafetería.

3 También me leí aquel libro del autor de BLDGBLOG, A Burglar's Guide to the City, que pensaba que iba a estar muy bien pero que luego resultó ser un bluf.

4 Tampoco ayuda que no pare de decir «el computer» todo el tiempo.

Semana 48
Poetry Slash