Sin noticias de GH. Estreno la FM10 en Canet de Mar, en plena golden hour. Luego en casa me llegan las fotos que saqué con la Canonet que le compré a Bellamy hace eones y que me ha acompañado en casi todas mi salidas a la calle desde hace semanas. Las imágenes son mejores que la última vez que usé una analógica, pero tengo que seguir metiendo moneditas y probando porque podrían haber sido mejores. Captain Volkonogov Escaped parecía una opción entretenida para una noche de viernes tranquila pero no, decepción. Yasujirō Orzu no se rinde.
Subí aquí el texto e imágenes de una lightning talk que di hará más o menos un año en esa factoría de blogs y sueños que fue una vez Automattic. Contiene un puñado de consejos para expandir tus gustos cinematográficos allende tu zona de confort (metro arriba metro abajo) y está basado en hechos reales: mi propia experiencia visionando más y mejores películas durante aquel año en el que apenas salimos de casa. Son consejos bastante sencillos (porque 240 segudos no daban para sutilezas) pero al final del post hay una lista de algunas de mis películas favoritas que, si no has visto, creo que te podrían gustar.
Emitiendo desde León (cuna del parlamentarismo) por misteriosas y festivas razones · Logan’s Run fue decepcionante, rallando en el tostón. Sin embargo, me lo pasé muy bien con The Yakuza, una película que muestra la complicada relación de Japón con los g(u)iris. También me gustó el corto de Chantal Akerman J’ai faim, j’ai froid. Lo tenéis gratis y por tiempo limitado (esta semana) en ese tesorín cinéfilo que es Le Cinéma Club · Novedades en esta humilde web: como parte de un diabólico plan para leer más y mejor, mi lista de libros en rotación te dice ahora por dónde voy si deslizas amablemente el cursor por encima de los libros. Me comprometo a mantenerlo al día al menos esta semana.
“When you give up the unwinnable struggle to do everything, that’s when you can start pouring your finite time and attention into a handful of things that truly count. When you no longer demand perfection from your creative work, your relationships, or anything else, that’s when you’re free to plunge energetically into them. And when you stop making your sanity or self-worth dependent on first reaching a state of control that humans don’t get to experience, you’re able to start feeling sane and enjoying life now, which is the only time it ever is.”
“Meditations for mortals”, Oliver Burkeman
Esta mañana, aprovechando nuestros respectivos impasses laborales, Erica y yo hemos salido a dar una vuelta por el barrio y a hacer fotos a un parque cercano de fotogenia y encanto superiores que llevaba un tiempo queriendo visitar.
Hace dos días me hackearon la cuenta de Instagram que me abrí hace 14 años, cuando vivía en Ámsterdam. Llevo tanto tiempo usando esta app que conservo emails reportándole fallos a Josh Riedel, el primer empleado que contrataron. Por el momento, y gracias a la ayuda de un diseñador de la compañía, he logrado recuperar el contenido de mi cuenta, pero recobrar el nombre de usuario que me robaron va a llevar más tiempo. Pase lo que pase, este es un buen recordatorio de que vivimos de prestado en las redes sociales, que publicar exclusivamente en ellas es muy arriesgado, y que la estrategia ganadora sigue siendo POSSE.
Fotos de mi visita a Las Tres Chimeneas de Sant Adrià de Besòs.
The military regime banned long hair, miniskirts, Sophocles, Tolstoy, Euripides, Russian-style toasts, strikes, Aristophanes, Ionesco, Sartre, Albee, Pinter, freedom of the press, sociology, Beckett, Dostoyevsky, modern music, pop music, new math and the letter Z, which means HE LIVES in ancient greek.
Z ★★★★½
Juegos de guerra en el trabajo en los que me niego a participar · Aunque tiene un poso triste, me gustaron mucho los Daguerréotypes de Varda que nos pusimos esta noche para cenar. Mientras la veía no dejaba de pensar en otro fantástico retrato urbano: Souvenirs de Madrid. Documental que, por cierto, se puede ver aquí por la cara.
“Try to imagine a culture where arguments are not viewed in terms of war, where no one wins or loses, where there is no sense of attacking or defending, gaining or losing ground. Imagine a culture where an argument is viewed as a dance, the participants are seen as performers, and the goal is to perform in a balanced and aesthetically pleasing way. In such a culture, people would view arguments differently, experience them differently, carry them out differently, and talk about them differently. But we would probably not view them as arguing at all: they would simply be doing something different. It would seem strange even to call what they were doing ‘arguing’.”
“Metaphors We Live By”, George Lakoff y Mark Johnson